Bide Bide sigue sin reaccionar y salió vapuleado de su visita al Askartza

Dos derrotas seguidas y el desplazamiento a una de las canchas más difíciles de la categoría, no era la mejor carta de presentación para afrontar la última jornada liguera. Caprichos de calendario o mejor dicho, no hacer los deberes antes te enfrentan a equipos punteros cuando la necesidad de victoria es imperiosa. Un campo como el de Askartza, donde las victorias visitantes se cuentan con muy pocos dedos de la mano, no es la mejor plaza para volver por la senda de la victoria.

Para el desplazamiento Bidebide no podría contar con el incombustible Kaiet Vidaurre, que se perdería el partido por motivos laborales. Los lesionados han hecho un esfuerzo extra para estar con sus compañeros y así completar la línea exterior.

El partido comenzó con un ritmo altísimo por parte de los dos conjuntos. Pese a trabajar y sudar de lo lindo los chicos de Yon Gonzalez enseguida se vieron con un 8-0 en contra para otra vez mas empezar a remolque en el partido. Esta vez durante los primeros minutos se veía un punto más de intensidad pero el acierto rival desde la línea 6,75 ahogaba cualquier intento de acercarse en el marcador. Cabe destacar que Askartza realizo un partido esplendido desde el exterior anotando el 50% de sus tiros triples. Sin poder frenar el acierto exterior local los urdiñas se fueron 17 puntos abajo en el marcador al finalizar los primeros 20 minutos.

En la reanudación el equipo salió convencido de que podría darle la vuelta al marcador. En los primeros 70 segundos del tercer cuarto, un parcial de 0-8 apretaba el marcador demostrando el equipo que quiere ser. Defensa agresiva, transiciones rápidas y confianza para asumir responsabilidades. Askartza pidió tiempo muerto frenando las aspiraciones del Bidebide, que se mantuvieron hasta el minuto 28 con únicamente 8 puntos de desventaja, 48-40. En los siguientes 12 minutos el equipo vivió una pesadilla. Con poca actitud defensiva pero sobre todo perdiendo una infinidad de balones los locales consiguieron un parcial de 32-3 en 12 minutos que dejaba el marcador final en un sonrojante 80-43.

Como nota positiva, Beñat Azaldegi consiguió 17 puntos y 10 rebotes, después de unos partidos sin encontrar con facilidad el camino al aro.

Bidebide debe seguir trabajando y olvidar lo abultado del marcador, para seguir en busca de su identidad. A estas alturas casi se han perdido los mismos partidos que en la temporada anterior, dato preocupante para un equipo que a principio de temporada quería ocupar la parte noble de la clasificación.

La semana que viene visitara Usabal el filial del Baskonia, a las 18.00 horas. Un arma de doble filo ya que los alaveses ocupan la última posición de la clasificación y querrán aumentar la herida urdiña. La afición debe apretar en los momentos difíciles, por lo que se anima todos los aficionados al baloncesto y al deporte en general que acudan a Usabal.